El ozono es cada vez más conocido como método de limpieza y desinfección. En especial a raíz de la crisis sanitaria que hemos vivido en los últimos años y que ha provocado que palabras como desinfectar e higienizar ahora formen parte de nuestro día a día.
Incluso hemos visto en la televisión debates sobre cuáles son las medidas de higiene más adecuadas en cada situación. Ya que en estos momentos somos más conscientes de la importancia que tiene para nuestra salud mantener un ambiente desinfectado e higienizado.
Así, el ozono ha surgido como un método muy efectivo para la desinfección e higienización de ambientes. Sin embargo, es bastante común no conocer las diferencias que existen entre estos 2 términos.
¿Quieres saber en qué se distinguen? A continuación te lo explicamos.
Diferencias entre higienizar y desinfectar
Aunque es habitual utilizar el término “limpieza” de forma general, es importante saber que el proceso de limpiar se puede dividir en 3 fases:
Limpieza
Es la fase en la que se eliminan restos físicos de las superficies por la acción de agua o detergentes. Es decir, se retira suciedad, impurezas, polvo, grasas, etc. Y el objetivo de esta fase es eliminar residuos visibles.
Higienización
En esta fase se usan productos y utensilios que, además de limpiar, reducen la carga de microorganismos. Se trata de un paso previo a la desinfección. Aunque los productos que se utilizan para higienizar no se consideran desinfectantes (a pesar de tener sustancias activas desinfectantes) porque no están registrados en el organismo legal correspondiente.
Desinfección
Consiste en la eliminación de los microorganismos. Y requiere la acción de agentes desinfectantes conocidos como biocidas (que deben estar registrados en el marco legal). En esta fase, el objetivo es eliminar bacterias, virus, hongos, protozoos, etc. Una de las principales diferencias con la higienización es que durante el proceso de desinfección no pueden haber personas presentes.
En conclusión, la higienización reduce el número de microorganismos, mientras que la desinfección asegura la destrucción de estos mediante biocidas. Pero, ¿por qué el ozono es un método muy efectivo para higienizar y desinfectar ambientes?
¿Qué es el ozono?
El ozono (O3) es un gas compuesto por 3 átomos de oxígeno que se encuentra en la atmósfera de manera natural. Debido a que la radiación UV del sol excita los electrones del oxígeno, que reacciona y forma ozono.
Tiene un gran poder oxidante y, a diferencia de otros desinfectantes, no deja ningún tipo de residuo tóxico (ya que se descompone en oxígeno tras 25 minutos). Por lo que es totalmente inocuo para el medio ambiente.
Así, se utiliza para la limpieza y desinfección en diferentes sectores como: agricultura, hostelería, restauración, comercios, industria alimentaria, hospitales, gimnasios, etc.
¿Cómo se utiliza el ozono?
El ozono es muy inestable, por lo que hay que producirlo en el momento de la aplicación con equipos generadores (también conocidos como ozonizadores). Estos equipos pasan un flujo de oxígeno a través de dos electrodos.
Y las pequeñas descargas eléctricas provocan la formación de ozono de manera artificial. Así, el ozonizador genera el gas y lo libera de forma controlada a través del aire o del agua (agua ozonizada).
Por lo tanto, permite la higienización y desinfección tanto de superficies como del aire de forma rápida y sencilla. Y como resultado crea un ambiente fresco, desinfectado y saludable.
Desinfecta e higieniza con ozono
La efectividad del ozono para la desinfección e higienización se debe a su gran poder oxidante, ya que es capaz de eliminar el 99% de los microorganismos con los que entra en contacto (hongos, bacterias, virus, mohos, protozoos, etc.).
Además, elimina todo tipo de olores y contaminantes del ambiente.
¿Cómo desinfecta el ozono?
El ozono oxida las moléculas y las desestabiliza hasta destruirlas (con el tiempo y la concentración adecuados). De manera que elimina gérmenes, suciedad y bacterias de forma rápida al entrar en contacto con ellos.
Y para ello, capta electrones de las partículas próximas. Así, inactiva el metabolismo y rompe la estructura de los microorganismos. Por lo que garantiza la higienización y desinfección.
En conclusión, higienizar es reducir el número de microorganismos, mientras que desinfectar es destruirlos. Y en ambos casos, el ozono es muy efectivo y te asegura:
- Un nivel de desinfección muy elevado: se trata de un biocida efectivo contra todo tipo de microorganismos.
- Un ambiente libre de olores: destruye los contaminantes causantes de malos olores.
- Una desinfección e higienización sin producción de residuos tóxicos: se descompone en oxígeno, por lo que es respetuoso con el medio ambiente y no es perjudicial para las personas (siempre que se use con indicaciones dadas por profesionales).
¿Quieres que analicemos tu caso de forma gratuita y te ayudemos a encontrar el método más adecuado de higienización y desinfección? Ponte en contacto con nosotros ahora.
