El uso de ozono en la agricultura es una práctica que está revolucionando la manera de gestionar las explotaciones agrícolas. Las ventajas de la utilización de este método se extienden a lo largo de varias fases del proceso de cultivo, hasta alcanzar, incluso, los sistemas de conservación de la cosecha. Además de lograr niveles de producción sustancialmente superiores, el uso del ozono en la agricultura permite reducir los costes y el impacto medioambiental en plantas, frutos, suelo e instalaciones derivado de los residuos químicos que se desprenden de la utilización de tratamientos químicos.
Entre las principales aplicaciones del ozono agrícola se contempla su utilización en sistemas de riego y en tratamientos foliares por pulverización, en sustitución de procedimientos tan contaminantes y dañinos para el entorno natural y para el propio suelo de las explotaciones —y las futuras cosechas que albergue—, como son el tradicional sulfatado o el fumigado.
Los beneficios de esta técnica afectan a todo el recorrido de producción, desde la siembra hasta la conservación de la cosecha. Las principales ventajas que se desprenden de la ozonización tienen que ver con su capacidad para favorecer la oxigenación de las raíces, favoreciendo y estimulando el enraizamiento, con su potencial para mejorar la calidad y la resistencia de los productos, y con su poder para prevenir plagas y enfermedades en las plantas.
Desde el riego de cultivos con agua ozonizada, ya sea en semilleros y viveros, invernaderos, cultivos hidropónicos y ecológicos o en campo abierto; hasta los tratamientos foliares, pasando por la higienización y desinfección de tierras de cultivo, instalaciones y medios de labor, o sistemas de almacenamiento, las aplicaciones del ozono en agricultura son muy variadas.
Además, su uso contribuye a un adecuado lavado y desinfección de la cosecha una vez esta haya terminado, abre la puerta a sistemas de conservación novedosos y de garantías, y permite un control y una higiene adecuada tanto en las salas de manipulación de alimentos y en los locales, como en los envases y las maquinarias que entran en contacto con la fruta y la verdura.
A esto hay que añadirle que los generadores de ozono para agricultura suponen una mejora importante para los empleamos del sector, que podrán realizar sus tareas en entornos más saludables, reduciendo su exposición a substancias que suponen un riesgo para la salud.
No podemos olvidar tampoco que el uso de los sistemas sanitarios reduce los gastos gracias al ahorro en material fitosanitario, en abonos, fertilizantes y tratamientos de aguas de riego, así como en agua y electricidad. Todo ello genera un aumento de la eficacia y la productividad de las explotaciones agrícolas, y conduce a entornos de trabajo más seguros y a sistemas de producción de alimentos más saludables y respetuosos con el medio ambiente.
● Obtendremos mejoras en la conservación de la cosecha.
● Conseguiremos productos con mejor sabor, calidad y mantendremos sus cualidades organolépticas intactas más tiempo.
● Nuestras plantas se mantendrán fuertes y vitales, y les facilitaremos un enraizamiento y un crecimiento mayor.
● Evitaremos los contagios entre plantas enfermas.
● Contribuiremos a la eliminación de subproductos químicos derivados de tratamientos anteriores que pudieran haber generado residuos tóxicos.
● Reduciremos la necesidad de fertilizantes y abonos en las plantaciones, especialmente a nivel hídrico.
● Tanto las plantas como la cosecha tendrán un aspecto saludable y compacto, y lograremos un ciclo de maduración más homogéneo y estable.
● Lograremos producciones más grandes sin necesidad de tanto personal ni tantos recursos, ya que podremos ahorrar esfuerzos que antes se destinaban a tareas de desinfección y fertilización mucho menos eficientes y sujetas a mayores riesgos.
● Veremos una mejoría progresiva en la fertilidad del suelo y un desarrollo más rápido y constante de los cultivos a medio y largo plazo.
El uso de ozono en la agricultura supone un paso adelante tanto a nivel de eficiencia, como a nivel de sostenibilidad, y contribuye a un mayor respeto por el medio ambiente y por la salud de las personas. De hecho, a fin de cuentas, todas estas cuestiones están relacionadas. Si tenemos una explotación con un suelo sano, una cosecha fuerte y unos trabajadores comprometidos, los resultados a nivel de productividad vendrán por sí solos. Así, el ozono supone un avance sustancial en relación a los tratamientos fito-químicos que llevan décadas asolando los campos de cultivo y minando la salud de empleados y consumidores.
Certificado para usos ecológicos en agricultura, ganadería, e higiene alimentaria: limpieza y desinfección de instalaciones de riego y herramientas de agricultura, desinfección de equipos, e instalaciones de ozono con gas y agua ozonizada; desinfección de equipos, recipientes, utensilios para consumo, superficies o tuberías relacionados con la producción, almacenamiento, transporte o consumo de alimentos, o piensos (incluida el agua potable) para personas, animales; impregnar materiales que puedan estar en contacto con alimentos…
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