La higienización de alimentos es un proceso clave en la industria alimentaria. De ello depende la calidad de los productos que se ponen a disposición del público, el adecuado mantenimiento de sus características organolépticas y la seguridad de los alimentos.
Las técnicas de ozonización permite realizar una desinfección profunda que contribuye a la eliminación de microorganismos y agentes patógenos tanto de la superficie de alimentos frescos como frutas, verduras, carnes, pescados y productos lácteos, como de los ambientes en los que se trabaja con los alimentos (cocinas, superficies de manipulación de alimentos, cámaras frigoríficas y otras instalaciones de transporte y almacenamiento de mercancías, utensilios y otros equipos).
Se trata de una alternativa con cada vez más recorrido, y su uso se ha extendido en los últimos tiempos de supermercados, restaurantes, cafeterías y bares, o establecimientos comerciales de venta de alimentos, hasta hoteles, residencias de mayores, e incluso, hospitales.
El ozono es una molécula compuesta por tres átomos de oxígeno que puede producirse artificialmente por medio de un generador y que es extremadamente inestable, teniendo un periodo medio de vida corto. Al degradarse, el subproducto que subyace es el oxígeno, lo que lo sitúa en una posición privilegiada en términos de seguridad con respecto a los tradicionales productos de desinfección química, que generan residuos tóxicos.
Esto convierte a la ozonización en una alternativa muy interesante no sólo en términos de esterilización y limpieza (gracias al potentísimo poder de oxidación del compuesto, que permite la erradicación de virus bacterias y otros microorganismos responsables de la contaminación de productos e instalaciones), sino también en términos de seguridad.
Se trata, por tanto, de alternativa perfecta para el sector de la alimentación y, en concreto, para las tareas de conservación de alimentos, ya que dos facetas mencionadas —desinfección e inocuidad— adquieren una relevancia especialmente significativa en este ámbito.
El aumento de la producción alimentaria que se ha experimentado en las últimas décadas, y el incremento de la variedad de productos animales y vegetales que tenemos a nuestra disposición lleva aparejada la necesidad de unos controles más estrictos en términos de higienización y procesos de producción de alimentos.
La aparición del ozono como técnica de depuración de ambientes y de esterilización de productos alimenticios está demostrando su eficacia en este sentido. Puede suponer un gran ahorro a medio y largo plazo en lo relativo a la conservación de alimentos y prevención de enfermedades, y puede utilizarse tanto como tratamiento de choque, como en los procesos de control periódicos para garantizar los estándares de calidad más altos en la industria de la alimentación.
En cuestiones de conservación de alimentos, sus ventajas son incuestionables ya que su grado de eficacia a la hora de combatir organismos patógenos es superior a las medidas utilizadas tradicionalmente en el sector, pero además es una técnica completamente segura y respetuosa con el medio ambiente.
¿A qué estaremos contribuyendo utilizando la técnica de la ozonización?
● En primer lugar a tener nuestros alimentos en perfectas condiciones mucho más tiempo, tanto en términos de aspecto, de composición y de cualidades, como de desinfección e higienización.
● A obtener niveles más altos de calidad y seguridad alimentaria sin poner en riesgo la salud de los consumidores y de los trabajadores de nuestras plantas.
● A reducir el impacto medioambiental de la industria alimentaria, ya que el ozono se presenta como una opción sostenible como un impacto medioambiental mínimo.
● Contribuiremos, además, a apartar el uso de productos de desinfección y limpieza químicos, que no solo pueden alterar las características organolépticas de los productos alimenticios y poner en riesgo la salud de los consumidores, sino que contaminan las instalaciones y los equipos con los que trabajamos, y tienen efectos adversos sobre los ecosistemas con los que entran en contacto.
Certificado para usos ecológicos en agricultura, ganadería, e higiene alimentaria: limpieza y desinfección de instalaciones de riego y herramientas de agricultura, desinfección de equipos, e instalaciones de ozono con gas y agua ozonizada; desinfección de equipos, recipientes, utensilios para consumo, superficies o tuberías relacionados con la producción, almacenamiento, transporte o consumo de alimentos, o piensos (incluida el agua potable) para personas, animales; impregnar materiales que puedan estar en contacto con alimentos…
Contacta hoy mismo con uno de nuestros profesionales para recibir asesoramiento y un estudio personalizado sin coste alguno. Contratar los servicios de un proveedor no autorizado puede entrañar serios riesgos sanitarios, económicos y legales.