Contar con un ozonizador para la desinfección de alimentos es clave, especialmente en las explotaciones agrícolas. Durante todo el proceso que sigue un alimento (siembra, crecimiento, recolección, procesado, conservación, etc.) hasta llegar a nuestra casa, se expone a muchos riesgos que pueden afectar a nuestra salud.
Por lo tanto, contar con un método de limpieza y desinfección efectivo es necesario para reducir al máximo los riesgos. De hecho, influye directamente en la calidad de los productos, el mantenimiento de sus características organolépticas y la seguridad de los alimentos.
Por ello, el potencial de un ozonizador en la agricultura es extraordinario: permite una desinfección muy eficaz y puede utilizarse desde los campos de cultivo hasta las cámaras de conservación de los alimentos agrícolas.
A continuación te contamos qué es un ozonizador, para qué lo puedes usar y los beneficios que puedes conseguir si lo utilizas.
Los ozonizadores son equipos que generan ozono mediante descargas eléctricas y lo liberan de forma controlada al ambiente (aire o agua). El ozono es un gas inestable (se convierte en oxígeno en 25 minutos) por lo que no se puede envasar. Entonces, la única forma de poder utilizarlo es producirlo y aplicarlo.
El ozono tiene una fuerza oxidante muy potente, capaz de destruir la mayoría de microorganismos (bacterias, virus, mohos, hongos, protozoos, etc.) de un modo rápido e irreversible. Y por eso, se emplea para purificar aire, desinfectar productos, equipos y superficies, depurar aguas, etc.
La sencillez de los ozonizadores (se enchufan a la red eléctrica y producen ozono a partir del oxígeno del ambiente), su versatilidad (se aplica directamente al aire o en agua) y su efectividad, los convierten en herramientas muy interesantes para usar en la agricultura.
El ozonizador se utiliza para la producción de agua ozonizada (agua con una elevada concentración de ozono). Esta agua puede emplearse en el riego (aumenta la oxigenación de las raíces), en la higienización de tierras de cultivo y plantas, en la limpieza y desinfección de las instalaciones, almacenes, superficies de manipulación, utensilios, vegetales, etc.
De esta manera, permite reducir (incluso eliminar) el uso de pesticidas y productos químicos de limpieza.
Además, la ozonización del aire crea un ambiente estéril. Por lo tanto, el ozonizador sirve para garantizar la desinfección de los alimentos y mejorar su conservación.
La ozonización del agua permite realizar una desinfección profunda que elimina el 99% de los microorganismos y agentes patógenos de la superficie de alimentos frescos como frutas, verduras, hortalizas, legumbres, etc.
También ayuda a combatir plagas (Fusarium, Mycosphaerella, nemátodos) por lo que los alimentos quedan libres de esporas, hongos e insectos.
Así, consigues limpiar y desinfectar los alimentos sin dejar ningún residuo tóxico, sin alterar sus características y de forma inocua para el consumidor (y el medio ambiente).
Durante la poscosecha (en cámaras de refrigeración o temperatura controlada) los productos requieren unas condiciones óptimas de conservación.
La ozonización del aire durante todo el procesado, transporte y conservación del producto evita el crecimiento de los microorganismos causantes de la putrefacción en la superficie del alimento y en el ambiente. Y en el caso de las frutas y hortalizas también elimina el etileno frenando el ciclo de maduración.
En consecuencia, aumenta la vida útil de los alimentos y el consumidor recibe un producto seguro y de calidad.
Los beneficios de utilizar el ozono como técnica de limpieza y desinfección de ambientes y alimentos van más allá de garantizar los estándares de calidad, cumplir con los requisitos sanitarios y aumentar la vida útil.
Además, el uso de ozonizadores aumenta la productividad y rentabilidad de tu explotación porque:
-Mantienes el producto en óptimas condiciones durante más tiempo, por lo que las pérdidas por descomposición se reducen. Y consigues cosechas más abundantes.
-Aumentas la calidad y seguridad alimentaria sin poner en riesgo la salud de los consumidores y de los trabajadores de las plantas. Además, facilitas el trabajo de los empleados y aumentas su eficiencia.
-Reduces el impacto medioambiental, ya que el ozono es sostenible y respetuoso con el entorno natural.
-Reduces el uso (y los costes) de productos químicos de desinfección y limpieza, así como de pesticidas, insecticidas y abonos.
En conclusión, un ozonizador es una herramienta muy interesante para aplicar en la desinfección y limpieza de los alimentos. Es sencilla, versátil y te garantiza cumplir con los requisitos sanitarios. Además, alarga la vida útil de los productos y te permite ofrecer un producto fresco, seguro y de forma respetuosa con el medio ambiente.
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