La presencia de la bacteria Legionella pneumphila, el microorganismo responsable de la legionelosis, en ciertos circuitos de refrigeración, sistemas de tratamientos de agua y otras instalaciones similares, hace necesario abordar la cuestión de la desinfección y el saneamiento de estos entramados de la manera más eficaz y garantista posible. Con ello se evitarán los nocivos efectos del patógeno, que puede ocasionar graves perjuicios en forma de neumonía a aquellas personas que tengan la mala fortuna de entrar en contacto con la bacteria a través de la inhalación o ingestión de partículas de agua contaminada.
El ozono, con su impresionante poder de oxidación y su capacidad de limpieza, se presenta como una solución que proporciona una efectividad a la hora de la desinfección notablemente superior a la de otros tratamientos, además de aportar grandes ventajas en términos de poder limpiador, desodorización y blanqueamiento de instalaciones. Todo ello sin dañar el medio ambiente, y sin suponer un riesgo alternativo a la salud a causa del desprendimiento de subproductos tóxicos.
El entorno de vida y reproducción predilecto de este patógeno es el acuoso. Prolifera a temperatura ambiente y puede ir ganando virulencia a medida que las temperaturas de su entorno ascienden a valores que ronden los 35º. Los contrastes bruscos de temperatura son otro de los factores que aumentan la incidencia de la bacteria.
Estas características explican el potencial contaminante de la Legionella en instalaciones como torres de refrigeración y de agua sanitaria, fuentes ornamentales, depósitos de agua, piscinas climatizadas, conductos de aire acondicionado, humidificadores en sistemas de ventilación, o recirculados en sistemas de trasvase de aguas, entre otros.
La posibilidad de proliferación y brote de este patógeno está relacionada, además, con los sistemas de pulverización o atomización de agua, que pueden exponer micro-gotas contaminadas con la bacteria al aire. Estos sistemas pueden estar presentes en establecimientos como hoteles, gimnasios, hospitales, centros comerciales, piscinas climatizadas o spas, aunque también puede aparecer en entornos urbanos con sistemas de riego por aspersión, en plazas con fuentes, en duchas o auto-lavados.
Como vemos, los focos de riesgo no son pocos ni infrecuentes, por lo que es conveniente establecer una estrategia de desinfección que permita prevenir la aparición de este y otros patógenos potencialmente nocivos. El control, la esterilización y el saneamiento de los puntos críticos de nuestras instalaciones y circuitos se convierte, así, en un punto determinante a la hora de garantizar la salubridad del entorno en el que operan tanto empleados como clientes.
La respuesta es sencilla, porque ofrece mayores garantías que otros tratamientos, y supone menos riesgos asociados. La capacidad biocida del ozono es muy superior a la de tratamientos químicos tradicionales como el cloro, y ofrece un poder de destrucción de bacterias, virus y hongos sin precedentes.
Además, aporta las ventajas adicionales de eliminar olores, sabores y colores asociados a la aparición de microorganismos, y es una alternativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente que no genera residuos dañinos para el entorno ni nada para la salud.
Otras de las ventajas relacionadas con el uso del ozono para esta y otras tareas de desinfección son:
● Su rápida actuación, incluso en bajas concentraciones y en amplios rangos de pH.
● No provoca un deterioro de materiales, instalaciones, ni circuitos.
● Su manejo y aplicación, siempre y cuando se realice por parte de un equipo especializado, es seguro y sencillo, y su transporte no supone riesgos.
● Reporta un ahorro de costes asociado a la reducción del consumo energético y de agua, a la reducción de los gastos de mantenimiento, y al efectivo complimiento de la normativa legal tanto en materia de saneamiento como de riesgos laborales.
De manera que, si buscamos una solución de desinfección eficaz frente a la Legionella y frente a una amplia variedad microorganismos patógenos, que se descomponga fácilmente y que no suponga un perjuicio para el medio natural ni para nuestro organismo, la solución de la ozonización, no hay duda de ello, cumple con todos los requisitos.
Certificado para usos ecológicos en agricultura, ganadería, e higiene alimentaria: limpieza y desinfección de instalaciones de riego y herramientas de agricultura, desinfección de equipos, e instalaciones de ozono con gas y agua ozonizada; desinfección de equipos, recipientes, utensilios para consumo, superficies o tuberías relacionados con la producción, almacenamiento, transporte o consumo de alimentos, o piensos (incluida el agua potable) para personas, animales; impregnar materiales que puedan estar en contacto con alimentos…
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