Cuidar de nuestra higiene ambiental nos ayuda a prevenir el contagio de gripes y otras enfermedades que se transmiten a través del aire (sobre todo en los espacios cerrados y ambientes interiores con afluencia de personas).
De hecho, está más que demostrado y son multitud los estudios que indican que la transmisión por vía aérea de agentes infecciosos genera enfermedades muy frecuentes.
Entre ellas gripes, resfriados, varicela, sarampión, paperas, tos ferina, tuberculosis… Y ahora también la COVID-19, provocada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Por lo tanto, para evitar el contagio de este tipo de enfermedades es imprescindible asegurar una buena higiene ambiental y aumentar la calidad de aire interior de los espacios cerrados.
Pero, ¿Cómo puedes hacerlo? A continuación te explicamos cómo nuestros sistemas de higiene ambiental pueden ayudarte a conseguirlo.
Cuando una persona está infectada, al respirar, hablar, estornudar o toser, expulsa por la boca aerosoles (gotas muy pequeñas) que se quedan flotando en el aire y que contienen los virus, bacterias y hongos que la infectan.
De esta manera, los microorganismos patógenos se acumulan en el aire (donde pueden permanecer incluso durante horas), por lo que cuando una persona sana respira este aire infectado, puede contagiarse y desarrollar la enfermedad.
Además, los aerosoles formados por gotas de mayor tamaño (más pesadas) caen y contaminan las superficies. Así, la transmisión de los microorganismos patógenos también puede producirse por contacto directo.
Para evitar la contaminación del ambiente y el contagio de este tipo de enfermedades, necesitas desinfectar y purificar el aire, así como las superficies. Es decir, necesitas garantizar una buena higiene ambiental.
Y para ello, es preciso controlar la calidad de aire interior (en especial en lugares cerrados) e implementar protocolos y sistemas de higiene ambiental eficaces para prevenir este tipo de contagios.
Entonces, ¿cómo puedes garantizar una higiene ambiental adecuada?
Para evitar la contaminación de espacios cerrados es recomendable ventilar de manera constante. Esto permite crear corrientes de aire que renuevan el aire del interior y expulsan los microorganismos patógenos.
Sin embargo, ventilar no es siempre posible. A veces por la falta de ventanas, y otras veces por la incomodidad que supone tener una corriente de aire en la habitación (frío, mucho viento, etc.).
En estos casos la opción más adecuada es instalar sistemas de higiene ambiental:
Estos equipos contienen un filtro HEPA capaz de reducir la contaminación del aire un 99,97%. También atrapan los microorganismos patógenos (virus, bacterias, hongos) que se encuentran suspendidos en el aire.
Los purificadores de aire absorben el aire y lo hacen pasar a través del filtro (que retiene las partículas contaminantes y microorganismos). De esta manera consiguen mantener el aire limpio y generar un ambiente saludable.
Se trata de equipos sencillos y versátiles (también llamados ozonizadores) que utilizan el gran poder oxidante del ozono para desinfectar e higienizar el ambiente, ya que este gas al entrar en contacto con todo tipo de microorganismos (bacterias, virus, protozoos, hongos, etc.) los destruye.
Así, estos sistemas de higiene ambiental reducen la carga microbiana y dejan un aire limpio, fresco y desinfectado que garantiza una higiene ambiental adecuada y ayuda a prevenir el contagio de enfermedades.
Los espacios cerrados con afluencia de personas son los lugares con mayor riesgo de contagio. Estos son los sitios donde la instalación de sistemas de higiene ambiental es esencial:
● Tiendas y comercios: contar con sistemas de higiene ambiental garantiza un ambiente agradable y fresco que mejora la experiencia del cliente, influye en las decisiones de compra y puede aumentar las ventas.
● Espacios comunes en edificios y oficinas: mejorar la higiene ambiental en las zonas comunes de los edificios es importante para crear y aumentar la sensación de bienestar, tanto en casa como en el trabajo.
● Hostelería: garantizar un ambiente limpio y desinfectado es esencial en bares y restaurantes. Por lo tanto, usar sistemas de higiene ambiental genera un ambiente agradable (y libre de olores) que mejora la experiencia de los clientes y aumenta el tiempo de conservación de los alimentos.
● Gimnasios: son lugares donde la gente realiza ejercicio físico y se acumulan olores y aerosoles. En consecuencia, asegurar una buena calidad del aire interior es fundamental para garantizar una práctica agradable y segura.
Por otra parte, los sistemas de higiene ambiental también son adecuados para cines y teatros, clínicas dentales, hoteles, etc. Ya que no producen ningún tipo de residuo tóxico y son totalmente inocuos.
En conclusión, los sistemas de higiene ambiental reducen la carga microbiana y eliminan los microorganismos patógenos del ambiente. Así garantizan un aire limpio y desinfectado que ayuda a prevenir el contagio de enfermedades.
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