La desinfección con ozono tiene mucho en común con las tormentas eléctricas. Ozono (en griego es “ozein”) significa “gas que huele”. Y es que los griegos ya se olían algo… ¿Has notado alguna vez el olor típico de una tormenta eléctrica?
Pues bien, este olor característico fue la causa de su descubrimiento. Y en el siglo XIX provocó una revolución médica por sus propiedades desinfectantes y antisépticas. A continuación te contamos la historia de la desinfección con ozono desde sus orígenes hasta la actualidad (y su futuro). Pero antes: ¿en qué consiste la desinfección con ozono?
El ozono está compuesto por 3 átomos de oxígeno. Se encuentra en las capas más altas de la atmósfera (de forma natural) y se caracteriza por su alto poder oxidante.
Gracias a su poder de oxidación, es uno de los desinfectantes más eficientes para todo tipo de microorganismos (bacterias, hongos, virus, etc). Por lo que el ozono es una solución de alta eficacia y seguridad para desinfectar. Y además, no deja ningún residuo.
En 1857 se diseñó el primer generador de ozono con fines médicos. Pero no fue hasta 1893 cuando se usó por primera vez para la desinfección y potabilización de agua en una planta holandesa. Y desde entonces, ha ganado popularidad y es cada vez más empleado por industrias y particulares.
Los ozonizadores son capaces de producir ozono de forma artificial mediante descargas eléctricas (como ocurre durante una tormenta eléctrica). Y una vez producido el ozono, se libera de forma controlada al ambiente (aire o agua). Lo que permite desinfectar con ozono en multitud de situaciones.
Esta versatilidad junto a su poder de desinfección garantiza un ambiente limpio (y libre de malos olores) a un precio muy competitivo y sin grandes instalaciones. Además, su funcionamiento es sencillo, seguro y cómodo.
Hemos tenido que vivir crisis sanitaria para darnos cuenta de la importancia de la higienización y la desinfección del ambiente. Pero la eliminación de microorganismos patógenos no es solo importante durante periodos de pandemia, también lo es para mejorar la calidad de vida en nuestro día a día.
Y el ozono, puede aplicarse a cualquier proceso de forma rápida y eficaz:
Se utiliza para potabilización de agua, tratamiento de aguas residuales, limpieza y desinfección de alimentos, lavado de ropa, agua de riego, elaboración de hielo, control de Legionella, etc.
Mejora la calidad y purifica el aire, elimina malos olores (gimnasios, plantas de gestión de residuos, cines y teatros, clínicas dentales) ayuda a la conservación en cámaras frigoríficas, etc.
Sin olvidar un dato importante: el ozono es sostenible y respetuoso con el medio ambiente, ya que no deja ningún residuo tóxico.
Con todas estas aplicaciones y la eficacia de la desinfección con ozono… ¡El futuro es limpio y sostenible!
La creciente preocupación por el cuidado del medio ambiente y la búsqueda de tecnologías que permitan un futuro más sostenible son dos factores determinantes en la toma de decisiones de muchas industrias. Y el sistema de desinfección con ozono elimina el riesgo por vertidos de agentes tóxicos y químicos reactivos para el medio natural.
Conscientes de esto, en ASP Valencia puedes encontrar equipos de ozono adaptados para cualquier situación:
El uso de generadores de ozono permite eliminar todo tipo de microorganismos (bacterias, virus, hongos) implicados en enfermedades y malos olores. Así, consigues un ambiente agradable y fresco para ti, tus empleados y clientes.
Con el sistema exclusivo de mezcla (agua + ozono) consigues niveles de ozonización en el agua muy elevados. Con el agua ozonizada puedes tratar todo tipo de cultivos, regar, desinfectar y aumentar la rentabilidad de la explotación.
Con los sistemas de desinfección con ozono puedes lavar y conservar alimentos (verduras, frutas, hortalizas, pescados, carnes), limpiar ambientes interiores, tuberías, equipos de producción y superficies de manipulación. Todo de forma respetuosa con el medio ambiente, la salud de los empleados y la de los consumidores.
En este corto viaje por la historia del ozono has visto que sus propiedades antisépticas y desinfectantes se conocen desde hace más de 200 años, y que desde que se utilizó por primera vez como desinfectante su uso ha ido aumentando. Y en los últimos años (con la crisis sanitaria y la protección del medio ambiente) los sistemas de desinfección con ozono se han posicionado como una alternativa eficaz y sostenible.
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